By OLGA CONNOR
Especial/El Nuevo Herald
Unos cuadros de amplio formato con visiones lúcidas de la aptamente llamada Ciudad Luz conforman la muestra fotográfica París de noche en la galería Casa Turquesa de Coral Gables. Su creador es el pintor cubano Sergio Giral Jr., que ha desarrollado su carrera en Europa. Hijo del cineasta cubano Sergio Giral, radicado en Miami hace muchos años, Giral Jr., se fue a vivir a París desde 1987, donde ha trabajado como pintor, cineasta y fotógrafo. Fue allí que conoció al artista francés Louis Cane, cofundador del grupo ``Support-Surface'', y en 1989 expuso en el prestigioso Hotel Drouot, promovido por Isabelle Choko. Esta exposición en Miami define su sensibilidad ante su adoptiva ciudad, al mostrar toda la luminosidad inherente e imaginada de sus calles en la noche, con un arte explosivo, sutil y futurista.
``Lo hago a partir de negativos'', explica el artista, ``trato de utilizar técnicas naturales: la emulsión del negativo, las químicas, y el grano al mismo tiempo, hay que saber que el platino tiene grano, y cuando las fotos se amplían los granos intervienen, son elementos, como una materia plástica. La fotografía digital aún no tiene ese encanto''.
En otras palabras, es una composición plástica a base de fotos, mucho más que una fotografía. ``Está mi participación: el ojo del artista, la sensibilidad del artista que capta una imagen interpretada en el funcionamiento interno del cerebro, que es donde se captan las buenas imágenes. Tengo también experiencia, porque soy pintor, y eso es lo que trato: pintar con las fotos''. Según la crítica Sandrine Chollet: ``Giral revela una ciudad inmersa en la noche, y describe paisajes como si fueran fantasmas o algo irreal, producto de la exposición de la luz en movimiento''.
La presentación de la muestra indica que se ha inspirado en ``ritos chamánicos, la alquimia del color y la metamorfosis de la materia''. ``Eso ya forma parte de sentimientos y experiencias personales'', acota Giral, Jr. ``Siempre he estado muy cerca de lo espiritual: el chamanismo se refiere al tema del espíritu, y la metamorfosis de la materia viviente se entiende como que la materia se transforma. No es lo mismo la transformada por el tiempo que la transformada por el artista, donde el tiempo es relativo; pero toda obra de arte debe ser intemporal y al mismo tiempo inmortal, haciendo referencia a la vida eterna, es decir, es eterna si sus calidades son reconocidas''. Desde este punto de vista se implica que la obra del artista tiende a la trascendencia. ``Es una idea y un sentimiento que se materializan y que se vuelven intemporales para volverse progresivamente inmortales'', afirma. ``Eso es lo que considero el arte, y ahí me apoyo para desarrollar mi obra''. Chollet coloca su trabajo dentro de ``un neoexpresionismo que transita entre la figuración y la abstracción''. Pero también bordea los ideales surrealistas en sus aspectos subconscientes, en la opinión del reconocido fotógrafo y cineasta Mario García Joya: ``Es admirable su habilidad para transmutar la prosa realista del documento fotográfico en imágenes oníricas, las que, con un lirismo abierto a muy diferentes sensaciones e interpretaciones, ponen a prueba la capacidad receptiva del espectador''.
Nacido en 1963, Giral Jr. estaba sin embargo más politizado a los veinte y pico de años, cuando a mediados de los años 80 se unió a un movimiento contestatario en La Habana, que se denominó ``Arte Calle'', integrado por un grupo de jóvenes artistas identificados como la vanguardia de la contracultura en Cuba. Ahí fue cuando comenzó a practicar la fotografía y la serigrafía en el taller ``René Portocarrero'' de La Habana Vieja, donde colaboró con el artista norteamericano Robert Rauschenberg. Este grupo se alzó antes de la revuelta de fines de los años 80 en la Unión Soviética. ``Yo expuse en el Museo de Arte Moderno de Bellas Artes con el grupo Arte Calle antes de la `perestroika' '', advierte Giral, Jr., ``allí Juan Si se momificó con unos plásticos de aluminio e hizo su performance, y yo había hecho una instalación de dos cuadros, uno en el suelo y otro recostado en la pared, con una cruz detrás, y puse una inscripción que decía `no desistas de tu espacio, el tiempo reta', como un mensaje''. Casi todo este grupo estaba con otro artista, ``Aldito'' Menéndez, hijo de Aldo Menéndez, que era el director del taller de serigrafía. Pero añade Giral, Jr., que enseguida él se fue a París, donde se identificó con la nueva cultura occidental europea, que le permitió tener elementos teóricos, madurar, y también aceptar, de manera puramente consciente, su espiritualidad. •
`París de noche', mañana, de 7 a 11 p.m., en la Galería Casa Turquesa, Aragón Avenue 391, Coral Gables.
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