Tropezones entre bloques de Amor y Esperanza
Por NEIL GENZLINGER (Tomado y traducido de The New York Times September 8, 2010)

Jozef Shiroka y Naska de Mirela, la pareja albanesa en Honeymoons.

Cuando un film es anunciado como "la primera coproducción albanés-serbio," como es Honeymoons, usted espera que gane el adjetivo de valiente, y Honeymoons lo consigue. Pero la cosa valiente no reside tanto en el tema, que ya por si es esperado: ¿de que otra cosa sería el film sino sobre prejuicios étnicos y sus tensiones? Lo valiente es cómo Goran Paskaljevic, el director y Genc Përmet, el escritor, eligen terminar el film, en lugar de un final feliz o trágico, en el mismo tipo de limbo que esta parte del mundo parece vivir perpetuamente. Honeymoons sigue a dos parejas, una Serbia y una albanés, cada una de ellas tratando de escapar a un tipo de efecto. Las parejas nunca se encuentran (Paskaljevic ha dicho que los pares de actores no se habían conocido hasta el Festival de cine de Venecia del 2009), pero sin duda, tienen mucho en común, especialmente una destreza para encontrar gente que les niegue los simples placeres del amor y la esperanza. (En todo caso, estos paraleleos han sido expuestos de forma compleja.). Los albaneses, Maylinda (Mirela Naska) y Nik (Jozef Shiroka), tienen a Italia en sus mentes. La pareja Serbia, Vera (Jelena Trkulja) y Marko (Nebojsa Milovanovic), se encuentra en Hungría donde Marko, un violonchelista, trata de conseguir una audición para una orquesta internacional. Paskaljevic comienza con cada pareja en las bodas de otras personas, rodeados de parientes extravagantes y una sorprendente cantidad de humor. (Nik y la familia se encuentram atrapados en un ascensor. "la electricad volveráa en cinco minutos", alguien les avisa, en realidad "dos horas por lo menos"), pero la alegría y las risas en esta situación son escasas, dada las generaciones que siguen las reglas de la enemistad y la desconfianza.