DIRIGIR Y EDITAR TU PROPIA VIDA
Por Wendy Guerra
La novelista y poetisa reflexiona sobre la ciudad en la que habita y que la vio nacer. Tomado del Mundo.es Jueves 02/ 02/ 2012 Actualizado 10:41h.
Ricardo Acosta
Hay una sola persona en este mundo que me hace bajarme de los aviones, trocar los cronogramas, aplazar mi vida hasta entender el arte del reencuentro; hay un solo sentimiento que nos reúne, el amor, él nos guía hasta reunirnos y mirarnos en la vida de los amigos, este hombre, como en un puzle, completa el panorama de lo vivido en estos años y me ha iniciado en su obsesión, la necesidad de narrar a pesar de todos los impedimentos, la distancia o la censura.
Así, desertando de aviones, ignorando órdenes y amenazas voy recuperando lo desconocido. Hace varios otoños me dejé ir como hilo de media, y a la plácida deriva de una sorpresa, reencontré (por suerte y gracias a Marcos Antonio Abad) a Ricardo Acosta, la única persona que, con su inagotable capacidad de reinvención, entra y sale ileso de mil mundos.
Ricardo Acosta (donde quiera que vaya) es y será director y editor de cine. Lo era ya desde que salió de Cuba y yo apenas terminaba mis estudios en el Pre universitario. Aquí en La Habana dejó hechos los siguientes trabajos que forman parte del archivo de nuestro cine:
A mis cuatro abuelos, dirigida por Aarón Yelín
Tres mujeres del Caribe, dirigida por Mirian Talavera
Ritual - todos los Rituales, del director Marcos Antonio Abad, así como la obra de todos los realizadores del grupo Ritual, al cual pertenecía Sara Gómez.
Homenaje- como director y editor.
La Muestra de Cine Joven: Tal vez la obra más relevante que hizo en ese momento de mi vida, ser parte de ese grupo de cineastas que creó por primera vez en Cuba un espacio alternativo, fuera de la oficialidad, para expresar y hacer cine, para dar a conocer su obra y conocerse entre ellos, para abordar la realidad cubana desde una perspectiva y una óptica más autentica y renovada.
1- ¿Cuándo y por qué decidiste irte de Cuba?
Querida Wendy, primero gracias por este honor que me haces en querer escribir en tu blog sobre mi experiencia. Trataré de responder lo mejor posible esta pregunta que es tan compleja y que aún ?sangra por la herida?.
Cuando: En diciembre de 1991, tomé la dolorosa pero para mí necesaria decisión de partir. Partir hacia mi exilio individual, hacia ese lugar en donde comenzaría la ardua tarea de aprender a vivir la vida como un individuo, cosa que fue imposible durante 33 años en Cuba.
¿Por qué?: Porque había llegado al límite de mis posibilidades de seguir viviendo en la utopía del Yo-colectivo, porque me sentía que era imposible poder avanzar en un diálogo con el sistema que nos permitiera a los miembros de mi generación, "los Hijos de La Revolución", nacidos en los primeros años de los sesenta, asumir la responsabilidad y poder participar y aportar nuestra visión de cambio y revolución. Me sentí estancado en un diálogo sordo con el Poder.
En otros términos me gusta decir que lo mío fue un divorcio: Me separé de quien abusaba de mí, y como en todas las relaciones abusivas, el abusador no tenía interés en cambiar o escuchar y respetar mis deseos de libertad así que la única opción era seguir en la relación abusiva o escapar de él, salir corriendo, lejos, muy lejos, a un refugio en donde pudiera reconstruir mi vida.
Me divorcié de todo lo que amaba y odiaba para reinventarme desde el centro de mi Yo individual en otro rincón del mundo.
2- He visto tu excelente documental sobre la vida y obra del maestro Alberto Alonso. ¿A qué te dedicas hoy en Canadá?
Gracias por el halago a Dance of My Heart, una película que disfruté mucho hacer porque me permitió conocer a ese artista maravilloso que fue Alberto Alonso y a esa bailarina invencible que es Sonia Calero. Poder hacer un documental patrocinado por el Santa Fe College en Floridasobre Alberto y su vida con los estudiantes del colegio fue un privilegio inolvidable, debo agradecer a Alora Haynes por su visión y tenacidad para lograr que este proyecto saliera adelante.
Me gusta mi vida en Canadá porque como cineasta y editor he tenido la posibilidad de crecer y ser parte de un movimiento cultural muy interesante. Sigo interesado por los temas de justicia social, la condición humana, la lucha por escapar las muchas formas de subdesarrollo y abuso, la redención del espíritu humano, la solidaridad con los otros y con la tierra que nos soporta cada día?
Ahora mismo estoy enfrascado en la edición de varias secuencias de un nuevo film que estoy desarrollando con la directora chileno-canadiense Maria Teresa Larrain, Shadow Girl. Es la historia de una cineasta que un buen día se da cuenta de que está comenzando a perder la vista porque tiene degeneración en la mácula. Eso le ocurrió a María Teresa cuando estábamos en el Sundance Institute editando su filme El juicio de Pascual Pichún, en 2006.
Hoy, María está en un estado más avanzado de su viaje a las sombras y el filme es una exploración de la mano de María a ese otro lado de la realidad, como vivir una vida digna estando ciego. Borges es mi ángel guardián en este proyecto.
3- Este nuevo documental rodado en una cárcel norteamericana? ¿Ha necesitado permisos muy complicados de obtener? ¿Cuán fuerte, intensa, enriquecedora ha sido esa experiencia para ti?
Editar y colaborar con Angad Bhalla en la realización de
Herman's House (http://www.hermanshousethefilm.com), producido por Lisa Valencia, con la participación de The Sundance Institute y The Ford Fundation, ha sido uno de los retos creativos más intensos y enriquecedores de mi carrera como cineasta y editor.
Herman está preso en Angola, la penitenciaria estatal de Luisiana y desde hace 40 años condenado a vivir en una celda de aislamiento total, donde pasa 23 horas cada día. La artista Jackie Sumell le hace esta pregunta:
What kind of house does a man who has been imprisoned in a six-foot-by-nine-foot cell for over 30 years dream of?
Así comienza una relación humana muy fuerte que transforma el dream home de Herman en una poderosa exhibición que expone y delata las condiciones inhumanas en que Herman ha vivido por más de treinta años, quizás el prisionero político más antiguo de Estados Unidos, un Black Panther que entró en prisión antes que el fin de la segragación racial en ese país se hiciera realidad, un Mandela que aún desea perdonar a sus celadores. El filme es una oda a ese espíritu indomable y a la fuerza del arte como vía de desarrollo y arma de lucha para concientizar la sociedad.
4-Si volvieras a Cuba, cuál sería el trabajo cinematográfico que te gustaría narrar. ¿Volverías?
Esta pregunta me la hago muy a menudo porque está en el corazón roto de ese hombre que quemó sus naves y comenzó desde cero en otro lado del mundo.
Regresaría. Siempre lo hago cuando me encuentro con los muchos amigos de la diáspora del insilio y el exilio.
Regresaría con la mano extendida para compartir todo lo que he aprendido en estos años de vida en el ?mundo mundial? para usar una frase de mi ídolo, el poeta de Úbeda, Sabina.
Regresaría para construir, colaborar, ofrecer mi grano de amor y mis ideas en el fórum de la sociedad cívica.
No regresaría jamás para reinsertarme en la relación de codependencia y abuso con quien abusaba de mí. No podría regresar para participar en una apología con ese Poder.
Siempre estoy regresando al lugar donde amé tanto y tanto aprendí porque nunca dejará de ser parte de lo que hoy soy.
Gracias Wendy por permitirme esta catarsis de Amor y Dolor.
Tuyo.
Ricardo Acosta